Artículos para la atención de la piel y el cabello, maquillaje, higiene personal y perfumes... el término “cosméticos” se refiere comúnmente a productos de consumo utilizados tanto por hombres como por mujeres con fines de belleza y cuidado personal. Desde el antiguo Egipto hasta la actualidad, la cosmética ha ido desarrollándose hasta convertirse en una industria global, con crecimientos de entre un 3,6% y un 5,5% durante los cinco años previos a la pandemia. Sin embargo, esta tendencia positiva se revirtió significativamente en 2020, cuando el tamaño del mercado mundial se redujo en un 8%. Un patrón similar se registró en varios países latinoamericanos como México, donde a medida que avanzaba el coronavirus las ventas presentaban una contracción del 5,3%. En cambio, otros mercados como el colombiano o el argentino lograron sobrevivir manteniendo un gasto per cápita considerable.
En cuanto a las transacciones comerciales internacionales, la cuna del tequila es además el único país latinoamericano que figura en el ranking de los mayores exportadores de este tipo de artículos, concretamente en la octava posición, con unas operaciones que le han reportado aproximadamente 540 millones de dólares.
Potencial expansión de los productos de belleza
América Latina no figura entre las regiones con mayores ingresos o mayor cuota mundial en cuanto a productos de belleza y cuidado personal. Sin embargo, eso no significa que su volumen de facturación sea ínfimo. De hecho, se estima que su valor de mercado asciende 39.000 millones de dólares estadounidenses. Por ello, varias de las multinacionales más importantes han encontrado una importante oportunidad de negocio en los países latinos. Entre las marcas con mayor presencia destacan Colgate, Palmolive y Rexona.México, líder del segmento del cuidado del cabello
Uno de los segmentos más relevantes dentro del campo de los cosméticos es el del cuidado del cabello, que engloba champús, acondicionadores, sueros, cremas, tintes y fijadores. No en vano, a finales de la pasada década, los productos destinados a este fin representaban la segunda mayor fuente de ingresos para la industria cosmética mexicana, con una facturación anual de más de 35.000 millones de pesos mexicanos. Tanto es así que para atender las demandas internas y externas, el país norteamericano ha seguido elevando su producción hasta rebasar en 2021 el umbral de los 44 millones de unidades mensuales de champú y acondicionadores, de los 21 millones de productos para el peinado y de los 18 millones de tintes y decolorantes.En cuanto a las transacciones comerciales internacionales, la cuna del tequila es además el único país latinoamericano que figura en el ranking de los mayores exportadores de este tipo de artículos, concretamente en la octava posición, con unas operaciones que le han reportado aproximadamente 540 millones de dólares.
